Conociendo la Huella Ambiental y sus ventajas

Fecha: junio 9, 2021

Aclaramos las diferencias entre Huella de Carbono, Huella Hídrica, Huella Ecológica y Huella Ambiental destacando la importancia de esta última.

Es fácil perderse cuando hablamos de las denominadas «Huellas» para la evaluación ambiental de las empresas u organizaciones, productos o servicios.

Sin lugar a dudas, la más común y extendida es la Huella de Carbono, pero veamos qué otras huellas podemos considerar a la hora de realizar una evaluación ambiental y cuáles son las diferencias y relaciones entre ellas.

Huella de Carbono

La Huella de Carbono (HC) hace referencia a la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero que produce el ser humano al fabricar un producto o durante la realización de sus actividades cotidianas.

Este indicador ambiental mide tanto las emisiones directas como indirectas de compuestos como el metano (CH4), el óxido de nitrógeno (N2O), los hidrofluorocarburos (HFCs), los perfluororcarburos (PFCs), el hexafluoruro de azufre (SF6) y, sobre todo, del más abundante y que más ha contribuido al calentamiento global desde 1990: el dióxido de carbono (CO2).

Estos gases de efecto invernadero son, entre otros, los causantes del calentamiento global, responsable del cambio climático, y se producen en la mayoría de las actividades habituales que desarrollamos en nuestro día a día.

En resumen, es el impacto ambiental que generamos en el planeta medido en toneladas de CO2 equivalente.

 

Huella Hídrica

El análisis de Huella de Agua o Huella Hídrica se encuentra en un estado pionero de maduración metodológico. Hasta la fecha, se han llevado diversos estudios a nivel de organización, principalmente, en empresas del ámbito agroalimentario o desde el ámbito académico (HoekstraMekonnenBoulay).

De modo similar a la Huella de Carbono, la Huella Hídrica (HH) es un indicador medioambiental que mide el volumen de agua dulce (litros o metros cúbicos) utilizado a lo largo de toda la cadena de producción de un bien de consumo o servicio. 

A nivel normativo, destaca la ISO 14046 como marco de referencia para la huella de agua como un intento de implementar en mayor medida y de manera más estandarizada su estudio.

 

Huella Ecológica

La Huella Ecológica es un indicador del impacto ambiental generado por la demanda humana de recursos existentes en los ecosistemas del planeta, relacionándola con la capacidad ecológica de la Tierra de regenerar sus recursos.

Representa el área de tierra o agua ecológicamente productivos (cultivos, pastos, bosques o ecosistemas acuáticos, e, idealmente, también el volumen de aire) utilizados para generar los recursos necesarios y asimilar los residuos producidos por cada población determinada, de acuerdo con su modo de vida.

 

Fuente: Ihobe

Se caracteriza por poseer una importante capacidad de comunicación en materia de sostenibilidad ambiental, ya que puede transmitir a la sociedad información fácilmente comprensible sobre las repercusiones que el sistema socioeconómico tiene sobre el medio natural.

Huella Ambiental

La Huella Ambiental es un indicador multicriterio de impacto ambiental que refleja las consecuencias de la actividad humana y/o empresarial sobre el medio ambiente con la perspectiva de todo el ciclo de vida.

A diferencia de todas las anteriores huellas, consideradas como métodos de evaluación monocriterio, la Huella Ambiental abarca mucho más. No solo mide la contribución del producto, servicio u organización al cambio climático, al uso de agua o uso de recursos, sino que acorde a la Comisión Europea, evalúa el comportamiento ambiental hasta en un total de 16 categorías de impacto.

Estas 16 categorías pueden ser ponderadas en una puntuación única que sirve para comunicar a las partes interesadas el desempeño ambiental global de la organización de forma conjunta y simplificada.

Beneficios para las empresas de calcular su huella ambiental

Las compañías pueden encontrar diversas ventajas en el cálculo de su huella ambiental, así como la correspondiente a los productos o servicios que ofrecen:

  • Ayuda a la gestión ambiental y puede localizar los puntos críticos desde el punto vista de la sostenibilidad.
  • Puede ser una herramienta de ahorro de costes, ya que detecta posibilidades de mejora de la eficiencia energética, de los procesos productivos o de los diseños.
  • Mejora la imagen pública y reputación de la empresa, la posiciona ambientalmente, mejorando su responsabilidad social corporativa (RSC).
  • Da respuesta a las demandas en el ámbito de la sostenibilidad de clientes, consumidores, inversores y/o accionistas .
  • Puede ayudar a integrar otros indicadores ambientales, como la Huella de Carbono y los Sistemas de Gestión Ambiental (SGA).
  • Permite la comparación con la competencia.
  • Cumplir las exigencias legales y mejorar su posicionamiento para conseguir contrataciones públicas y subvenciones.
  • Como factor de competitividad y diferenciación, puede abrir nuevos mercados a la empresa en países con legislaciones más avanzadas y entre público más concienciado con la sostenibilidad.
  • Atraer y retener talento, mejora de la imagen de empresa entre sus propios trabajadores/as.

 

En definitiva, disponer de un indicador ambiental único permite mejorar la competitividad, eficiencia, mitigar los riesgos ambientales, optimizar las oportunidades y reducir el impacto ambiental global, contribuyendo al cumplimiento de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) y fomentando la transición hacia un modelo de economía circular.

La apuesta de la Comisión Europea por la Huella Ambiental

La Comisión Europea (CE) lleva recomendado el Análisis del Ciclo de Vida desde 2003 y a partir de 2012, a medida que se fueron desarrollando metodologías armonizadas para calcular el ciclo de vida de la actividad de las compañías, se fue gestando el concepto de Huella Ambiental. Se podría decir que la Huella Ambiental nació en 2013 cuando la CE publicó la RECOMENDACIÓN DE LA COMISIÓN de 9 de abril de 2013 sobre el uso de métodos comunes para medir y comunicar el comportamiento ambiental de los productos y las organizaciones.

Dos años más tarde, en 2015, se implantó el Primer Plan de Acción de Economía Circular, cuyo objetivo era extender las prácticas circulares entre las empresas y la sociedad en general. Actualmente, Europa ha dado un paso decidido en su apuesta por la Economía Circular y la sostenibilidad como ejes de su desarrollo económico con la adopción del Pacto Verde Europeo y el Nuevo Plan de Acción de Economía Circular, que persiguen evolucionar hacia una economía descarbonizada, en la que la sostenibilidad sea el factor diferencial.

En el marco de este último y con el fin de acabar con el Greenwashing, la CE ha lanzado la iniciativa denominada ‘Rendimiento medioambiental de productos y empresas: fundamentar las alegaciones’ cuya protagonista es la Huella Ambiental.

En Grunver Sostenibilidad ofrecemos asesoramiento tanto para el cálculo de la Huella Ambiental de Organización como para el de Huella Ambiental de Producto.